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::: ¿NO PUDO SER?

::: ¿NO PUDO SER?

Esta madrugada, a las 12:01 pm, hora del pacífico de los Estados Unidos, fue ejecutado Stanley "Tookie" Williams. Realmente me he quedado sin palabras al ver cómo es que a veces puede más en nosotros como seres humanos el revanchismo, la venganza, la intimidación y el odio.

Y realmente no tengo palabras para poder comentar el hecho, puesto que sólo se siente una inmensa indignación e impotencia al constatar cómo es que nos cegamos a la realidad, y digo "nos" porque nadie tiene rabo de paja; pero en este caso estaba en riesgo la vida de una persona que había pagado por sus crímenes con su recuperación y rehabilitación como ser humano y como ciudadano, ¿Es que acaso eso no basta?

Aunque suene repetitivo, quisiera reseñar un poco la vida de Tookie en prisión y el impacto social que ésta tuvo en la sociedad norteamericana, la cual supuestamente se precia de ser la campeona de la libertad, el país de los Derechos Humanos y demás cosas que hoy me suenan a hipocresía como nunca antes. Si invadieron Irak para salvaguardar los derechos de los ciudadanos iraquies y librar a la comunidad internacional de las terribles armas de destrucción masiva que poseía el temido Sadam Hussein, porqué no salvaguardar la vida de una persona cuya labor en las últimas dos décadas fue la de erradicar pandilleros y por consiguiente sus armas de las calles de su porpio país; más aún, cuando la vida o la muerte de éste dependía del aparato estatal, en este caso el Californiano, fuertemente ligado al partido en el gobierno federal.

Stanley Tookie Williams, condenado a muerte en 1981, decidió desde su encierro construir a un nuevo ser humano, dejar atrás al delincuente y luchar en contra de la violencia callejera con la que él mismo había sembrado el pánico en las calles. Con nueve libros escritos, dirigidos a niños y adolescentes, y varios manifiestos que se convirtieron en material de lectura obligatoria en escuelas, Tookie fue sido nominado hasta en seis oportunidades al Premio Nobel de la Paz, y en una al Premio Nobel de Literatura. Su esfuerzo ha sido reconocido por la Casa Blanca y su vida ha sido llevada al cine en una cinta protagonizada por Jamie Fox en el 2004.

Pero bueno, no creo que sea sólo indignación el sentimiento que me suscita este momento, creo que tambén son las ganas de que las cosas cambien, tanto allá como acá, como en todos los sitios donde se pueda.  En un mundo globalizado, donde la política interna de un Estado repercute en el actuar de los otros, en especial si ese es el Estado más poderoso de la tierra, no podemos ser indiferentes ante estas graves violaciones a los principios mínimos de humanidad. No se trata sólo de hechos se trata de personas, seres humanos de carne y hueso como cualquiera de nosotros, se trata pues de nosotros mismos y del aire que respiramos en nuestras relaciones sociales, en nuestra vida cotidiana, todo aquello a lo que se le puede denominar "cultura contemporánea", y ésta sólo será lo que nosotros seamos.

Es por esto que frente a estos hechos me viene una interrogante, nos vamos a quedar sólo con un: "¿no pudo ser?"

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