La Vida a los 24
El 8 de marzo, exactamente hace una semana he entrado a esa edad que me recuerda que el cuarto de siglo ya está a la vuelta de la esquina, pisándome los talones: los 24.
Y bueno, acabo de terminar la universidad, lo cual significa que paso a formar parte de la PEA activa, con sus venturas y sus desventuras, es una nueva etapa la de adaptarse a un mundo completamente nuevo en el cual los límites están mucho más lejos de lo que yo creía, y vaya que si. Reconozco que antes la cosa era más fácil, la Universidad se vuelve tu casa, tu habitat, tu mundo mágico y tu lugar de encuentro donde la vida simplemente se da y se te descubre a cada paso como un amanecer.
Pero bueno, como me dijo un amigo "has cumplido 24, no 60". Pero cómo no traumarse un poquito cuando descubres que canciones como One Headlight de los Wallflowers, High de The Lighthouse Family, Crazy de la nunca bien ponderada Brittney, Fruta Fresca y Tu Amor Eterno de Carlos Vives y hasta el último cd de Laura Pausini ya empiezan a aparecer en programas de música retro. Es más las nuevas modas y la nueva música me gustan pero se siente un leve alejamiento, un "¡que chévere! .... pero ya no es como antes", mientras escucho "Like Glue" de Sean Paul,una suerte de presagio de que las canciones del 2006 irán acompañadas de la frase "¿Qué cosa es eso?", "¿y eso se baila asíiiii?" que me hacen recordar a mis papás y mis tíos hablando de "su época". Pero bueno, como les dije el trauma es sólo un poquito, no vale la pena romperse la cabeza por lo que vendrá sino meterse de lleno en la piscina de lo que es.
Y es que siento que estoy en una nueva etapa de transición, que se parece muy bien a la archiconocida adolescencia, hasta con llantito y todo. Me he vuelto un Indiana Jones en la búsqueda por mi propio lugar en el mundo, un mundo post-PUCP, completamente nuevo en donde las cosas se mueven muy rápido y cambian muy rápido, lejos de el bucólico y romántico paisaje que había caracterizado hasta el momento mi imaginación y mi vida. Mi universo idealista se enfrenta a la pasmosa realidad y yo he sacado todas mis armas para que esta no me aplaste ni me avasalle, sino que ambas cosas convivan armoniosamente: Con los pies en la tierra pero la mirada en el horizonte.
Lo mejor de todo es que tengo como compañeros de trauma a mis amigos del cole. Ha sido muy gracioso como en el cumple de uno de ellos decirle Feliz Cumpleaños era como desearle el "más sentido pésame". Por algo ya llevamos 17 años viéndonos las caras... toda una vida. Y es que desde hace meses estamos con la cantaleta de "¿te has dado cuenta que cuando te inscribes en una pàgina web en los rangos de edad hay 18-24?", o tambien el popular "¡Hay puro chibolo en Larcomar!" y el también conocido "¿has visto que en "Dismissed" la gente que participa tiene máximo 23 o 24?, además de rajar (perdón... comentar) y fregarnos por las entradas (de primera fila, V.I.P. Platinum es poco) que nos van saliendo (el tónico capilar Pantene haría una fortuna si se posicionara en el mercado de los 24). Mención honrosa se merece el haber empezado una feroz resistencia, cuasi numantina, a abandonar al fiel jean por el triste, comedido y pálido drill, el polo (Quick, Billabong, Diesel, Gamarra... uds. dirán) por la camisa formal (me muero si me llega a gustar una Van Heusen). Además de la ropa de esclavo (que es como yo le llamo al terno de tooodos los días para ir a trabajar).
Pero no es que tenga una visión negativa de las cosas, porque el verdadero chiste es que empiezo a descubrir en ese cambio hay nuevos horizontes, nuevas experiencias, nuevas maneras de pensar, o tal vez ya existían sólo que ahora renovadas, nuevas búsquedas para cumplir mis sueños, lo más importante en la vida es anhelar ser feliz y luchar por el sueño cada día, sin pasar a ser uno más del "sistema" (estresados, angustiados, deprimidos, mediatistas, utilitarios) adjetivos que se tratan de esconder bajo una sencilla palabrita: realismo
En resumen, a los 24 estoy descubriendo que eso de comerse al mundo no era taaaaaannnn sencillo como quien arranca una manzana del árbol, sino que es una lucha más apasionante, un "comete al mundo para que el mundo no te coma a ti", una suerte de Braveheart del siglo XXI con un gran matiz, que este guión me apasiona más porque es MI VIDA, es decir MIA PROPIA. Y ser feliz no dependerá de nadie más que de MI.
Y bueno, acabo de terminar la universidad, lo cual significa que paso a formar parte de la PEA activa, con sus venturas y sus desventuras, es una nueva etapa la de adaptarse a un mundo completamente nuevo en el cual los límites están mucho más lejos de lo que yo creía, y vaya que si. Reconozco que antes la cosa era más fácil, la Universidad se vuelve tu casa, tu habitat, tu mundo mágico y tu lugar de encuentro donde la vida simplemente se da y se te descubre a cada paso como un amanecer.
Pero bueno, como me dijo un amigo "has cumplido 24, no 60". Pero cómo no traumarse un poquito cuando descubres que canciones como One Headlight de los Wallflowers, High de The Lighthouse Family, Crazy de la nunca bien ponderada Brittney, Fruta Fresca y Tu Amor Eterno de Carlos Vives y hasta el último cd de Laura Pausini ya empiezan a aparecer en programas de música retro. Es más las nuevas modas y la nueva música me gustan pero se siente un leve alejamiento, un "¡que chévere! .... pero ya no es como antes", mientras escucho "Like Glue" de Sean Paul,una suerte de presagio de que las canciones del 2006 irán acompañadas de la frase "¿Qué cosa es eso?", "¿y eso se baila asíiiii?" que me hacen recordar a mis papás y mis tíos hablando de "su época". Pero bueno, como les dije el trauma es sólo un poquito, no vale la pena romperse la cabeza por lo que vendrá sino meterse de lleno en la piscina de lo que es.
Y es que siento que estoy en una nueva etapa de transición, que se parece muy bien a la archiconocida adolescencia, hasta con llantito y todo. Me he vuelto un Indiana Jones en la búsqueda por mi propio lugar en el mundo, un mundo post-PUCP, completamente nuevo en donde las cosas se mueven muy rápido y cambian muy rápido, lejos de el bucólico y romántico paisaje que había caracterizado hasta el momento mi imaginación y mi vida. Mi universo idealista se enfrenta a la pasmosa realidad y yo he sacado todas mis armas para que esta no me aplaste ni me avasalle, sino que ambas cosas convivan armoniosamente: Con los pies en la tierra pero la mirada en el horizonte.
Lo mejor de todo es que tengo como compañeros de trauma a mis amigos del cole. Ha sido muy gracioso como en el cumple de uno de ellos decirle Feliz Cumpleaños era como desearle el "más sentido pésame". Por algo ya llevamos 17 años viéndonos las caras... toda una vida. Y es que desde hace meses estamos con la cantaleta de "¿te has dado cuenta que cuando te inscribes en una pàgina web en los rangos de edad hay 18-24?", o tambien el popular "¡Hay puro chibolo en Larcomar!" y el también conocido "¿has visto que en "Dismissed" la gente que participa tiene máximo 23 o 24?, además de rajar (perdón... comentar) y fregarnos por las entradas (de primera fila, V.I.P. Platinum es poco) que nos van saliendo (el tónico capilar Pantene haría una fortuna si se posicionara en el mercado de los 24). Mención honrosa se merece el haber empezado una feroz resistencia, cuasi numantina, a abandonar al fiel jean por el triste, comedido y pálido drill, el polo (Quick, Billabong, Diesel, Gamarra... uds. dirán) por la camisa formal (me muero si me llega a gustar una Van Heusen). Además de la ropa de esclavo (que es como yo le llamo al terno de tooodos los días para ir a trabajar).
Pero no es que tenga una visión negativa de las cosas, porque el verdadero chiste es que empiezo a descubrir en ese cambio hay nuevos horizontes, nuevas experiencias, nuevas maneras de pensar, o tal vez ya existían sólo que ahora renovadas, nuevas búsquedas para cumplir mis sueños, lo más importante en la vida es anhelar ser feliz y luchar por el sueño cada día, sin pasar a ser uno más del "sistema" (estresados, angustiados, deprimidos, mediatistas, utilitarios) adjetivos que se tratan de esconder bajo una sencilla palabrita: realismo
En resumen, a los 24 estoy descubriendo que eso de comerse al mundo no era taaaaaannnn sencillo como quien arranca una manzana del árbol, sino que es una lucha más apasionante, un "comete al mundo para que el mundo no te coma a ti", una suerte de Braveheart del siglo XXI con un gran matiz, que este guión me apasiona más porque es MI VIDA, es decir MIA PROPIA. Y ser feliz no dependerá de nadie más que de MI.
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