BEIJING 2008
A dos días de clausurados los Juegos de Atenas 2004, y a modo de conclusión de este especial, falta presentar a la nueva ciudad anfitriona de la humanidad: Beijing (y es que el fin de algo siempre e el inicio de otra cosa).
El emblema de los Juegos está inspirado en el arte de los sellos, practicado desde hace milenios en China, éste reune otras expresiones artísticas como la caligrafía, la pintura, el grabado y hasta la poesía. El arte y el ritual de sellar, simbolizan en China el comprometerse solemnemente a algo.
La representación del sello se inspira en el caracter chino "jing", relativo a Beijing y nos da la impresión tanto de un atleta corriendo con los brazos abiertos, en señal de acogida y bienvenida, como la de danza y alegría. El color rojo, el más importante en el imaginario chino, y la forma de sello simbolizan los milenios de civilización china y representan una atmósfera de felicidad y paz. La figura humana, según sus creadores, se inspira en el caracter de la China actual: heredera de una gloriosa cultura milenaria y forjadora de un futuro moderno y dinámico. Sugiriendo amistad, sinceridad y hospitalidad. El atleta también sugiere el significado del lema olímpico: más alto, más rápido, más fuerte.
Las letras Beijing 2008 están realizadas de acuerdo al estilo Hanjian, presente en objetos de bambú pertenecientes a la dinastía Han (del 206 A.C. al 220 D.C). El estilo tradicional de la caligrafía contrasta con las letras en alfabeto occidental, sugiriendo el diálogo intercultural.
El logotipo ha sido bautizado como "Beijing Danzante" en alusión a una Beijing como ciudad dinámica y a China como un país en movimiento: es la jornada, el camino de sus gentes caminando a un nuevo futuro. Es un mensaje de esperanza, una invitación a la alegría y una promesa de unidad. La promesa también estriba en el compromiso, los sellos representan el compromiso solemne en China, de hacer unos juegos distintos: una promesa sellada con honor, carcater, confianza y verdad.
Beijing compitió con Toronto (Canadá), que quedó segunda; París (Francia); Estambul (Turquía); y, Osaka (Japón).
Espero que en cuatro años podamos celebrar como humanidad unos Juegos Olímpicos en una China abierta a la humanidad y al respeto de todas las libertades y derechos. La promesa está hecha, esperemos que vengan los cambios y si podemos, cooperemos con nuestro granito de arena.
El emblema de los Juegos está inspirado en el arte de los sellos, practicado desde hace milenios en China, éste reune otras expresiones artísticas como la caligrafía, la pintura, el grabado y hasta la poesía. El arte y el ritual de sellar, simbolizan en China el comprometerse solemnemente a algo.
La representación del sello se inspira en el caracter chino "jing", relativo a Beijing y nos da la impresión tanto de un atleta corriendo con los brazos abiertos, en señal de acogida y bienvenida, como la de danza y alegría. El color rojo, el más importante en el imaginario chino, y la forma de sello simbolizan los milenios de civilización china y representan una atmósfera de felicidad y paz. La figura humana, según sus creadores, se inspira en el caracter de la China actual: heredera de una gloriosa cultura milenaria y forjadora de un futuro moderno y dinámico. Sugiriendo amistad, sinceridad y hospitalidad. El atleta también sugiere el significado del lema olímpico: más alto, más rápido, más fuerte.
Las letras Beijing 2008 están realizadas de acuerdo al estilo Hanjian, presente en objetos de bambú pertenecientes a la dinastía Han (del 206 A.C. al 220 D.C). El estilo tradicional de la caligrafía contrasta con las letras en alfabeto occidental, sugiriendo el diálogo intercultural.
El logotipo ha sido bautizado como "Beijing Danzante" en alusión a una Beijing como ciudad dinámica y a China como un país en movimiento: es la jornada, el camino de sus gentes caminando a un nuevo futuro. Es un mensaje de esperanza, una invitación a la alegría y una promesa de unidad. La promesa también estriba en el compromiso, los sellos representan el compromiso solemne en China, de hacer unos juegos distintos: una promesa sellada con honor, carcater, confianza y verdad.
Beijing compitió con Toronto (Canadá), que quedó segunda; París (Francia); Estambul (Turquía); y, Osaka (Japón).
Espero que en cuatro años podamos celebrar como humanidad unos Juegos Olímpicos en una China abierta a la humanidad y al respeto de todas las libertades y derechos. La promesa está hecha, esperemos que vengan los cambios y si podemos, cooperemos con nuestro granito de arena.
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