::: A DOS AÑOS DEL PRESTIGE
Bueno, para los que no sepan del tema que me atañe comentar hoy (no es muy conocido a nivel internacional que digamos) les contaré paso a paso:
Primero situémonos en el escenario de los hechos: Galicia. Como todos saben, y si no lo saben lean mas seguido el blog, Galicia es una tierra hermosísima, del verde mas brillante que hayan visto,bañada por el Mar Cantábrico y el Océano Atlántico, cargada de una tradición milenaria y proyectada hacia el futuro. Del otro lado el protagonista: un barco petrolero de 1976 llamado Prestige, que había zarpado de Riga (Letonia) con bandera de las Bahamas, y que a pesar de no cumplir con las normas mínimas de seguridad y estar más descontinuado que un volkswagen escarabajo, los controles británicos se hacían de la vista gorda y le daban paso. Pues bien, hace dos años, un día como hoy esa máquina mortal no pudo superar una avería en pleno Atlántico y 6 días después se hundía con las 77 mil toneladas de fuel que transportaba, saliendo a flote unas 60 mil.
El resto de la historia se lo pueden imaginar, pero esperen, aun falta otro elemento, ese que nunca falta, que siempre la friega más: la política. Tan pronto el barco anunció que estaba en problemas se decidió que lo más indicado sería deshacerse del muerto y llevarlo a alta mar. Craso error que terminó por desencadenar la tragedia. Según algunos de los operarios que realizaron el traslado, el barco podía haber sido arrastrado a la costa llevándose a cabo en tierra la extracción del petróleo. Pero bueno, los políticos siempre buscan lavarse las manos y alejar los problemas en lugar de enfrentarlos. Para colmo de males, la desinformación y el desinterés que se sentía en el ambiente por parte de las autoridades se tradujo en una deficiente información en los medios de comunicación acerca de la grave situación que se estaba gestando. Para los responsables el problema estaba en altamar, lejos de la costa.
Resultado de la confluencia de estos elementos se produjo una terrible catástrofe ecológica, la cual (para los que crean que esto es asunto de salvar arbolitos y punto) damnificó a miles de personas que se dedican a la pesca, al marisqueo, que trabajan en los terminales pesqueros, hombres y mujeres que salen de madrugada a pescar o a recoger los percebes, nécoras y otras especies en los que es rico el mar gallego. Galicia es una tierra muy ligada al mar, no es por gusto que este sea su límite natural al norte y al oeste.
Las manifestaciones no se hicieron esperar, se pedía que los responsables asumiesen la parte que les tocaba en su error (a decir verdad el capitán de la nave es creo el único que está en la cárcel ahora y era él quien propuso llevar el barco a la costa). Se experimentaba ese sabor a olvido, a ser tratado como plato de segunda mano, a ninguneo e ignorancia de la identidad y el valor de un pueblo, frente a esa terrible afrenta nació cual grito visceral que decide no tolerar la manipulación y el olvido una frase corta pero cargada de significado: NUNCA MAIS!.
Pero como aún en las mas terribles noches hay alguna luz, esta vez el resplandor que contrastaba con el negro petróleo de la realidad lo dieron las miles de personas que en toda España y Europa se solidarizaron con los gallegos y se enfilaron hacia las costas del fin del mundo a recoger el chapapote. Una marea blanca iba a recoger la marea negra.
Hoy a dos años del Prestige hay muchas preguntas aún por responder, pues les contaré que frente a las demandas sociales que reclamaban frente al olvido y la relegación de Galicia durante siglos, el gobierno de José María Aznar prometió el "Plan Galicia", toda una maravilla de agenda de inveriones en infraestructura, comunicaciones y servicios que pondrían al país gallego a la vanguardia de España. Pues bien, el PP se encargó de no poner nada de eso por decreto o por Ley..... se quedó en promesas. Promesas que hoy el PSOE desconoce, anunciando que hará una que otra obra por aquí y por allá. Hoy sigue latiendo el mismo grito en el pecho: NUNCA MAIS.
Primero situémonos en el escenario de los hechos: Galicia. Como todos saben, y si no lo saben lean mas seguido el blog, Galicia es una tierra hermosísima, del verde mas brillante que hayan visto,bañada por el Mar Cantábrico y el Océano Atlántico, cargada de una tradición milenaria y proyectada hacia el futuro. Del otro lado el protagonista: un barco petrolero de 1976 llamado Prestige, que había zarpado de Riga (Letonia) con bandera de las Bahamas, y que a pesar de no cumplir con las normas mínimas de seguridad y estar más descontinuado que un volkswagen escarabajo, los controles británicos se hacían de la vista gorda y le daban paso. Pues bien, hace dos años, un día como hoy esa máquina mortal no pudo superar una avería en pleno Atlántico y 6 días después se hundía con las 77 mil toneladas de fuel que transportaba, saliendo a flote unas 60 mil.
El resto de la historia se lo pueden imaginar, pero esperen, aun falta otro elemento, ese que nunca falta, que siempre la friega más: la política. Tan pronto el barco anunció que estaba en problemas se decidió que lo más indicado sería deshacerse del muerto y llevarlo a alta mar. Craso error que terminó por desencadenar la tragedia. Según algunos de los operarios que realizaron el traslado, el barco podía haber sido arrastrado a la costa llevándose a cabo en tierra la extracción del petróleo. Pero bueno, los políticos siempre buscan lavarse las manos y alejar los problemas en lugar de enfrentarlos. Para colmo de males, la desinformación y el desinterés que se sentía en el ambiente por parte de las autoridades se tradujo en una deficiente información en los medios de comunicación acerca de la grave situación que se estaba gestando. Para los responsables el problema estaba en altamar, lejos de la costa.
Resultado de la confluencia de estos elementos se produjo una terrible catástrofe ecológica, la cual (para los que crean que esto es asunto de salvar arbolitos y punto) damnificó a miles de personas que se dedican a la pesca, al marisqueo, que trabajan en los terminales pesqueros, hombres y mujeres que salen de madrugada a pescar o a recoger los percebes, nécoras y otras especies en los que es rico el mar gallego. Galicia es una tierra muy ligada al mar, no es por gusto que este sea su límite natural al norte y al oeste.
Las manifestaciones no se hicieron esperar, se pedía que los responsables asumiesen la parte que les tocaba en su error (a decir verdad el capitán de la nave es creo el único que está en la cárcel ahora y era él quien propuso llevar el barco a la costa). Se experimentaba ese sabor a olvido, a ser tratado como plato de segunda mano, a ninguneo e ignorancia de la identidad y el valor de un pueblo, frente a esa terrible afrenta nació cual grito visceral que decide no tolerar la manipulación y el olvido una frase corta pero cargada de significado: NUNCA MAIS!.
Pero como aún en las mas terribles noches hay alguna luz, esta vez el resplandor que contrastaba con el negro petróleo de la realidad lo dieron las miles de personas que en toda España y Europa se solidarizaron con los gallegos y se enfilaron hacia las costas del fin del mundo a recoger el chapapote. Una marea blanca iba a recoger la marea negra.
Hoy a dos años del Prestige hay muchas preguntas aún por responder, pues les contaré que frente a las demandas sociales que reclamaban frente al olvido y la relegación de Galicia durante siglos, el gobierno de José María Aznar prometió el "Plan Galicia", toda una maravilla de agenda de inveriones en infraestructura, comunicaciones y servicios que pondrían al país gallego a la vanguardia de España. Pues bien, el PP se encargó de no poner nada de eso por decreto o por Ley..... se quedó en promesas. Promesas que hoy el PSOE desconoce, anunciando que hará una que otra obra por aquí y por allá. Hoy sigue latiendo el mismo grito en el pecho: NUNCA MAIS.
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Alberto Rodríguez -