::: A 15 AÑOS DE LA CAIDA DEL MURO

Un día como hoy, hace 15 años, la humanidad inauguró la transición hacia una nueva y aún indefinida etapa. El 9 de noviembre de 1989 caia el muro de Berlín, y con él se empezaba a descomponer ese mundo bipolar que por décadas había tenido a la humanidad en vilo frente a la constante amenaza de grandes conflictos y la pugna entre las dos grandes potencias por volver satélite a cualquier país débil que se les pusiese delante.

La caída del muro es un hecho que no solo interesa a la política doméstica del Estado Alemán, sino que se erige como un triunfo de la voluntad humana en la lucha contra un regimen que no repeta las garantías mínimas, los derechos inviolables de las personas. Testigos de estas violaciones son los muchos que perdieron la vida al intentar cruzarlo, o los otros que fueron deportados o movilizados por conveniencias políticas, para inmovilizar y callar, para imponer y avasallar. Recuerdo haber visto en el noticiero, a los 9 años, a una anciana que insistió tanto a los guardias de la entonces República Democrática Alemana, que pudo pasar al otro lado de Berlín por la mismísima Puerta de Brandemburgo.

Pero sería engañarnos pensar que, como en los cuentos, desde ese día todos vivimos felices por siempre jamás. Hemos pasado del bipolarismo al unilateralismo norteamericano. La caída de un sistema totalitario, no ha significado el triunfo de una magnánima y utópica contraparte. Prueba de ello es el nuevo muro de la vergüenza que Israel construye en tierras Palestinas ante la mirada cómplice de su gran socio. Es más, hoy en día la propia Alemania sigue dividida psicológicamente, según encuestas publicadas por las revistas 'Stern' y 'Der Spiegel'un 20% de los alemanes añora el muro, y la mayoría de los habitantes del este lamenta que la tasa de desempleo en esa mitad del país siga siendo el doble del registrado en el oeste. Es obligatorio aquí mencionar la guerra del Golfo en el 91, la de Kosovo en el 99, la asunción del terrorismo internacional (consolidado con los atentados del 11-S en Nueva York y el 11-M en Madrid), la dudosa guerra en Afganistán y la aún más vergonzosa invasión a Irak, como prueba de que se está consolidando un nuevo orden internacional y que la lucha por el respeto a los derechos fundamentales de las personas y el reconociemiento interpersonal e intercultural no ha hecho sino dar un nuevo e interesante giro. Aún así, la caída del muro hace 15 años es un referente histórico que nos recuerda la importancia de la libertad frente al pensamiento único, fanático, vertical y excluyente. Es un paso adelante que no debemos olvidar.