::: LA DANZA DE LA LUNA

Bueno, estoy estornudando porque hace hora y media se me dio por plantarme en la ventana de mi casa y ver el eclipse total de luna. A pesar de la fuerte nubosidad que caracteriza a Lima (ya estoy hablando como el hombre del tiempo de cualquier noticiero)pude ver el mejor momento, cuando la sombra de la tierra ha cubierto por completo a su satélite.

No es que la luna y el eclipse me hayan puesto filósofo, pero me gustaría a veces ver las cosas con ojos de niño, hace unos años esto me hubiese ilusionado más. Me acuerdo del primer eclipse lunar que vi: tenía 7 años y desperté a mis papás a las 4:30 a.m., era una experiencia nueva, llena de magia y misterio.

Lo que pasa es que a veces (mejor dicho siempre) alzar la cabeza y ver el cielo nos parece de lo más común, sin darnos cuenta de lo que se esconde detrás, sin maravillarnos del misterio y la magia inaprehensibles que lo cotidiano puede esconder. Y bueno, si bien la mayoría de veces no tenemos la culpa de perder esa mirada feliz que convierte un desierto en bosque (puesto que a veces la vida juega con nosotros al tiro al blanco) si la tendremos si no hacemos hasta lo imposible por recuperarla. A veces los "eclipses" son más que eclipses....