::: LA LEYENDA DE HERCULES
Bueno, para concluir esta sección del especial dedicada a Barcelona 92, pensé en contar la leyenda de Hércules, tema principal de la Ceremonia de Inauguración de los Juegos de la Ciudad Condal. Créanme que una de las cosas que más rabia me dan en esta vida es no haber podido grabar la ceremonia, y eso que ya tenía VHS en esa época.
La leyenda de Hécules es la de la aventura humana. Bajo la protección del sol, que es fuente de vida, Hécules emprende un viaje para conocer los límites del mundo: es la primera carrera olímpica que comienza en Oriente en dirección a Occidente. Vencedor de la competición el héroe rompe la columna que simboliza el límite del mundo donde ha finalizado su viaje. Con esta gesta fija los límites entre el cielo y la tierra, entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte.
En este punto Hércules es coronado con ramas de olivo que simbolizan el triunfo de la paz, la inmortalidad, la lucha y la civilización. Detrás de Hércules comienza a brotar una fuente que da orígen al mar Mediterráneo, el mar olímpico, el mar que dará entrada a la civilización.
Los hombres, protegidos por el espíritu de Hércules, comienzan su aventura adentrándose en el mar. Van en una nave y sus armas son la inteligencia, el valor y la cultura.
Les amenazan los más terribles peligros: los monstruos del hambre, la enfermedad y la guerra los atacan.
Después de una enconada lucha los hombres vencen a las fuerzas del mal, repitiendo la gesta de Hécules. Nace el Arco Iris, el cual, guiando la nave hasta tierra consagra el triunfo de la civilización. Los hombres celebran su victoria fundando una ciudad. La leyenda nos cuenta que esta ciudad es Barcelona.
La leyenda de Hécules es la de la aventura humana. Bajo la protección del sol, que es fuente de vida, Hécules emprende un viaje para conocer los límites del mundo: es la primera carrera olímpica que comienza en Oriente en dirección a Occidente. Vencedor de la competición el héroe rompe la columna que simboliza el límite del mundo donde ha finalizado su viaje. Con esta gesta fija los límites entre el cielo y la tierra, entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte.
En este punto Hércules es coronado con ramas de olivo que simbolizan el triunfo de la paz, la inmortalidad, la lucha y la civilización. Detrás de Hércules comienza a brotar una fuente que da orígen al mar Mediterráneo, el mar olímpico, el mar que dará entrada a la civilización.
Los hombres, protegidos por el espíritu de Hércules, comienzan su aventura adentrándose en el mar. Van en una nave y sus armas son la inteligencia, el valor y la cultura.
Les amenazan los más terribles peligros: los monstruos del hambre, la enfermedad y la guerra los atacan.
Después de una enconada lucha los hombres vencen a las fuerzas del mal, repitiendo la gesta de Hécules. Nace el Arco Iris, el cual, guiando la nave hasta tierra consagra el triunfo de la civilización. Los hombres celebran su victoria fundando una ciudad. La leyenda nos cuenta que esta ciudad es Barcelona.
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