::: Respetando los Derechos Reservados
Bueno, este artículo me lo he bajado del diario deportivo "El Bocón" de Lima (primera vez que visito su página web.. alucinen, o segunda)y expresa mucho de porqué me está gustando esto del fútbol, no creo que llegue a ser la mayor de mis pasiones pero es tan bacán compartir un ideal con tanta gente y saber que eso no se queda en la cancha o en el trsite fanatismo de unos (que hasta llegan a ser congresistas)sino que se refleja en el quehacer diarios en forma de sueños y de confianza en ellos y en uno mismo, en disciplina y fuerza de voluntad, ya saben.
Aquí está el extracto:
Perú venció 3-1 a Venezuela en una grata noche. Definirá ante Colombia el primer lugar del grupo
Alan Morales López
Pueden, los jugadores, estar callados. Allá, arriba, en la tribuna, la gente igual grita, baila, salta, alborota sus sentimientos. Y de tanto júbilo hermanado, todos, junto a las calles pegadas a las radios, nos hacemos un ruido armonioso: Perú, Perú.
Que me disculpen si no arranco en elogios desde lo que sucedió en la cancha. Pero debo decirlo, el triunfo es del hincha, de aquellos que hicieron suya la esperanza pese a todo, de quienes se aferran a la ilusión y siempre están -estarán- ahí aguardando que el fútbol deje de tener para nosotros categoría de milagro o de capricho. La gente se merecía esta alegría. Merecía ya desde hace mucho, un partido de la selección tan bueno en entrega y en juego y en goles.
Sin esas tribunas colmadas de color, de pasión en sintonía, la historia no hubiese sido la misma. El compromiso es con la fe, porque apoyar a la selección es alentar nuestras propias convicciones de ganarle alguito a la vida, de abrazarse con el prójimo, de tener una hazaña que contarle luego, años después, a nuestros nietos.
¿Quién olvidará que ha sido testigo de esta victoria?
Esta vez, la selección pudo cumplir con la gente en la noche que más se le esperaba. Como nunca, el equipo se desajustó de la presión y sincronizó mejor el espíritu con un Chorri Palacios muy entonado y con un Pizarro que siempre tuvo las llaves para abrirse paso por los flancos. Para este periodista, la de anoche fue la mejor actuación de Claudio, pese a que vio la tarjeta roja en los minutos finales. Fajador, echando regates, al Bombardero sólo le faltó el gol.
Aquí está el extracto:
Perú venció 3-1 a Venezuela en una grata noche. Definirá ante Colombia el primer lugar del grupo
Alan Morales López
Pueden, los jugadores, estar callados. Allá, arriba, en la tribuna, la gente igual grita, baila, salta, alborota sus sentimientos. Y de tanto júbilo hermanado, todos, junto a las calles pegadas a las radios, nos hacemos un ruido armonioso: Perú, Perú.
Que me disculpen si no arranco en elogios desde lo que sucedió en la cancha. Pero debo decirlo, el triunfo es del hincha, de aquellos que hicieron suya la esperanza pese a todo, de quienes se aferran a la ilusión y siempre están -estarán- ahí aguardando que el fútbol deje de tener para nosotros categoría de milagro o de capricho. La gente se merecía esta alegría. Merecía ya desde hace mucho, un partido de la selección tan bueno en entrega y en juego y en goles.
Sin esas tribunas colmadas de color, de pasión en sintonía, la historia no hubiese sido la misma. El compromiso es con la fe, porque apoyar a la selección es alentar nuestras propias convicciones de ganarle alguito a la vida, de abrazarse con el prójimo, de tener una hazaña que contarle luego, años después, a nuestros nietos.
¿Quién olvidará que ha sido testigo de esta victoria?
Esta vez, la selección pudo cumplir con la gente en la noche que más se le esperaba. Como nunca, el equipo se desajustó de la presión y sincronizó mejor el espíritu con un Chorri Palacios muy entonado y con un Pizarro que siempre tuvo las llaves para abrirse paso por los flancos. Para este periodista, la de anoche fue la mejor actuación de Claudio, pese a que vio la tarjeta roja en los minutos finales. Fajador, echando regates, al Bombardero sólo le faltó el gol.
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